En esta ocasión tenemos el inicio del texto de Sara Cross, titulado The art of war:
El arte de la guerra
Nunca subestimes a la chica con el bloc de notas
Todo el mundo adora a una chica luchadora. (Bueno, puede que sus enemigos no, pero entienden lo que quiero decir). Sea porque su fortaleza y destreza luchadora vengan de años de entrenamiento, poderes sobrenaturales, o una combinación de ambos, es una fuerza a tener en cuenta; y a admirar. Envidiamos su aparente dominación natural de sus enemigos, su instinto mortal, y cómo mantiene la calma bajo presión. Tiene la fortaleza y la resistencia de un atleta olímpico y el formidable puño de un héroe de acción. ¿Quién no querría ser así?
Pero la mayoría de nosotros, a menos que seamos lo suficientemente afortunados como para haber nacido en un clan de ninjas, nunca seremos ese tipo de luchadores. Sé que no lo soy. Puedo golpear a alguien con un bate de béisbol si tengo que hacerlo, pero probablemente me haría daño a mí misma si tomara prestado el kindjal de Luke.
Cuando tenía 16 años, soñaba con ser una chica luchadora; pero mi realidad era completamente opuesta. Era totalmente inepta con las armas, peleando, y con cualquier cosa relacionada con los deportes. Apenas podía andar con tacones, no hablemos de dar una patada circular con ellos. Y a diferencia de la asombrosamente feroz Isabelle Lightwood, no pasé mis años de adolescencia aprendiendo los trucos para cazar demonios.
No, como muchos de los jóvenes amantes de la fantasía, pasé mis años de adolescencia leyendo y dibujando en cualquier trozo de papel que pusieran delante mío. Leí cómics llenos de mujeres con superpoderes y novelas de fantasía con heroínas que llevaban espada en las portadas. Puede que me sintiera como una heroína de corazón...
Nunca subestimes a la chica con el bloc de notas
Todo el mundo adora a una chica luchadora. (Bueno, puede que sus enemigos no, pero entienden lo que quiero decir). Sea porque su fortaleza y destreza luchadora vengan de años de entrenamiento, poderes sobrenaturales, o una combinación de ambos, es una fuerza a tener en cuenta; y a admirar. Envidiamos su aparente dominación natural de sus enemigos, su instinto mortal, y cómo mantiene la calma bajo presión. Tiene la fortaleza y la resistencia de un atleta olímpico y el formidable puño de un héroe de acción. ¿Quién no querría ser así?
Pero la mayoría de nosotros, a menos que seamos lo suficientemente afortunados como para haber nacido en un clan de ninjas, nunca seremos ese tipo de luchadores. Sé que no lo soy. Puedo golpear a alguien con un bate de béisbol si tengo que hacerlo, pero probablemente me haría daño a mí misma si tomara prestado el kindjal de Luke.
Cuando tenía 16 años, soñaba con ser una chica luchadora; pero mi realidad era completamente opuesta. Era totalmente inepta con las armas, peleando, y con cualquier cosa relacionada con los deportes. Apenas podía andar con tacones, no hablemos de dar una patada circular con ellos. Y a diferencia de la asombrosamente feroz Isabelle Lightwood, no pasé mis años de adolescencia aprendiendo los trucos para cazar demonios.
No, como muchos de los jóvenes amantes de la fantasía, pasé mis años de adolescencia leyendo y dibujando en cualquier trozo de papel que pusieran delante mío. Leí cómics llenos de mujeres con superpoderes y novelas de fantasía con heroínas que llevaban espada en las portadas. Puede que me sintiera como una heroína de corazón...
Sarah Cross
Portada y extracto promocional del libro Shadowhunters and Downworlders: a Mortal Instruments reader, editado por Cassandra Clare bajo el sello SmartPop. Disponible en este enlace.
Traducción: Somos Nefilim. Si quieres compartir, no olvides dar los créditos correspondientes :)
Totalmente de acuerdo con Clary ^^
ResponderEliminarQue sepas que traduces genial y muchas gracias por traer los extractos!
Besitos ^3^